LA ENFERMEDAD

LUGARES QUE PUEDEN AYUDAR
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QUE ES LA ENFERMEDAD Y EN QUE CONSISTE:

Mi aclaracion

La enfermedad de sensibilidad química y electro sensibilidad, es incomprensible para las personas que la desarrollan y más aun para los familiares que conviven con ella.

Es una enfermedad que se desarrolla lentamente y desconcierta a la persona que la padece y más a sus allegados, no se comprende nada de lo que está ocurriendo, pues va floreciendo día a día y lentamente, al principio el padecedor de dicha enfermedad, no dice nada a su entorno porque ni él o ella no saben lo que le está ocurriendo, pues cada día se levanta con un achaque nuevo, digo achaque, porque aun no se tienen conciencia de que se está engendrado una enfermedad, que esta descontrolando todo el sistema inmunitario y altera el sistema sensitivo del individuo que comienza con la enfermedad.

Estas personas suelen sufrir en demasía por no comprender lo que les ocurre e intentan automedicarse en algunos casos, otros acuden al médico de familia o cabecera, el cual tampoco llega a darle soluciones, más bien le empeora su enfermedad, pues tampoco tienen conocimiento sobre ello, porque suelen recetar medicamentos que le ayudan a incrementar los síntomas, ya suelen intoxicar más a la persona.

Los que padecen la enfermedad tienen la vías de desintoxicación del organismo atascadas, por los tóxicos, tanto ambientales como por los alimenticios, por lo que se va empeorando cada vez más la enfermedad, también porque muchos tóxicos mimetizan a la hormonas y por tanto no funciona bien el organismo, también hay que tener presente la alimentación por su aporte en vitamina, minerales y aminoácidos esenciales, ya que son necesarios por ser precursores enzimático, las cuales son fundamentales para el metabolismo de todos los procesos químicos del organismo.

La falta de dichos aportes en el organismo va generando la decadencia del sistema inmunológico, por consiguiente se va almacenando los tóxicos, llegando al umbral mínimo tolerado por el organismo, según se va sumando más y más cantidad se va disminuyendo el umbral de tolerancia. Todo ello lleva a pensar en principio, que es un principio de alergia y si es más rápido en su evolución se llega a pensar que es una perturbación psicológica, con lo cual el paciente y su entorno mas cercano empieza a tomarlo como un trastorno psíquico; por ello a parte de consultar con el médico de familias y otros especialista en medicina, también lleva a consultar con psicólogos y psiquiatras, estos últimos te diagnostica depresión, por su tristeza consecuencia de la incomprensión de la enfermedad por parte del paciente, de trastornos sensoriales de la realidad etc., con lo cual recetan un tratamiento psiquiátrico que al comienzo suben el umbral de tolerancia a los síntomas ya que son psicotrópicos, y disminuyen el nivel de conciencia, pero que a una o dos semanas de tomar el tratamiento suele empeorar los síntomas de la sensibilidad y de la Electrosensibilidad, llegando inclusive a retención de líquidos, edemas, parestesias, y alteraciones de la conciencia. Algunos pacientes han sido ingresados en centros de psiquiatría por sus familiares, ya que no creían en dicha enfermedad como una enfermedad física, pues así empezó la enfermedad de Fibromialgia nadie creía en ella hasta que se demostró que era una enfermedad física, ella la "Fibromialgia" es la hermana menor de la "Sensibilidad Química". Hoy día esta reconocida en España como enfermedad física, pero nuestra sanidad aun no está preparada para atender a los pacientes de dicha enfermedad, por lo que hay que recurrir a facultativos externos a la red de sanidad estatal, para poder ser diagnosticados en el servicio público de salud, tienen que prepara a sus facultativos, tener lugares de hospitalización preparado para este tipo de pacientes, tener laboratorios especializados para hacer las analíticas especificas para comprobar el estado de toxicidad del paciente, ese tipo de laboratorios solo lo tienen el ejército, que por cierto se le puede solicitar estos análisis a través de nuestro médicos bien de cabecera o de familia de la seguridad social, pero para ello tendrán que nuestro facultativo tener una educación universitaria de su currículo académico, o hacer los cursos necesarios para poder tratar dicha enfermedad.

Otro impedimento importante, son las presiones que los gobiernos puedan sufrir por parte de las empresas multinacionales de productos químicos para que no anulen su uso en el medio ambiente, y en la agricultura, etc.

Todo el descontrol por parte de los gobiernos, está llevando a la población del planeta a contraer y aumentar la S. Química. Pues esta enfermedad, no se da solo en adultos, cada vez es mayor el número de niños que la padecen, como también hay mas partos prematuros cada año, todo ello consecuencia de la contaminación y tóxicos del medio ambiente y de la alimentación.

Como podremos combatir todo ello, no soy un experto en la materia de cómo debemos luchar contra todo ello, tendremos que conciencia cada vez más a los políticos, a nosotros mismos cambiando los hábitos de conducta, sobre todo comiendo más sano, bebiendo mejor, en una palabra, teniendo mejores hábitos fitosanitarios. Conocer los alimentos que nos pueden contaminar, conocer los alimentos que nos aportan los beneficios para la desintoxicación del organismo, por su composición en vitamina, minerales y aminoácidos.

Otra importante contaminación ambiental y que nos afecta directamente es la Electromagnética, a las persona afectadas por S. Q. M (Sensibilidad Química Múltiple), normalmente también les afecta los campos magnéticos y las radiaciones electromagnéticas.

LA ENFERMEDAD:

Historia

El trastorno posteriormente denominado Sensibilidad Química Múltiple fue propuesto originalmente como una enfermedad distinguible por Theron G. Randolph en 1950 poco después de ser expulsado de la Escuela Médica de la Northwestern University por sus cuestionables enseñanzas.8 Randolph describió la dolencia como un desorden crónico multisistémico, caracterizado por síntomas muy diversos supuestamente causados por una reacción del organismo a sustancias presentes en el medio ambiente y los alimentos.9 Las teorías de Randolph fueron desechadas por los especialistas en alergología y son criticadas como sinsentidos por los especialistas en toxicología, debido a su rechazo a la importancia de los anticuerpos IgE en alergias reales, lo cual entra en conflicto con los conocimientos actuales.10 En 1965 Randolph fundó la Sociedad de Ecología Clínica como organización para promover sus ideas sobre los síntomas que presentaban sus pacientes. A partir de esta organización emergió la ecología clínica, una especialidad médica no reconocida11 cuyos practicantes han sido criticados por hacer creer a pacientes mentalmente enfermos y sugestionables que son químicamente sensibles.12 En 1984, la Sociedad de Ecología Clínica cambió su nombre por el de Academia Americana de Medicina Ambiental, pero pronto otras sociedades tales como el Centro Nacional de Estrategias de Salud Ambiental la superaron en número de miembros.13

En 1987 Mark R. Cullen, profesor estadounidense de medicina y epidemiología, acuñó por primera vez el término "Sensibilidad química múltiple" y definió siete criterios para diagnosticar este trastorno.14 Los criterios incluían la exposición ambiental demostrable a productos químicos o la afectación de más de un órgano.

En 1996, el IPCS (International Programme on Chemical Safety), publicó las conclusiones de un taller celebrado en Berlín en el que se recomienda por primera vez la denominación "Intolerancia ambiental idiopática" (IAI) en lugar de sensibilidad química múltiple. En las conclusiones se establece como definición de trabajo que la IAI se caracteriza por ser un trastorno adquirido con múltiples síntomas recurrentes, asociado a diversos factores ambientales y no causado por trastorno médico o psiquiátrico conocido. Además, considera de importancia fundamental determinar si los pacientes son capaces de discriminar entre agentes químicos y placebo en estudios de doble ciego, ya que la incapacidad para hacerlo sugeriría un mecanismo psicológico.15

En 1999, tras una conferencia celebrada en Atlanta, Liliane Bartha y otros, establecieron seis criterios -conocidos como los criterios de Bartha16 o Consenso Internacional de 19995 - para el diagnóstico de la sensibilidad química múltiple. Estos criterios eran: se trata de una condición crónica, los síntomas son reproducibles, en respuesta a una exposición baja, se relaciona con multitud de sustancias químicas, los síntomas mejoran cuando cesa la exposición, afecta a múltiples órganos y sistemas. Aunque estos criterios son necesarios para el diagnóstico de IAI, no son suficientes y es necesario descartar otras patologías que puedan explicarlo.16

En 1999 la alergóloga, inmunóloga y médico ambientalista Claudia S. Miller desarrolló el cuestionario QEESI (acrónimo de Quick Environmental Exposure and Sensitivity Inventory)(Acrónimo de Rápido Inventario de Exposición y Sensibilidad Ambiental) de autoevaluación como instrumento para inferir el nivel de sensibilización de los afectados por el síndrome. El cuestionario mide de 0 a 10 el grado de afectación en cuatro aspectos: gravedad de los síntomas, intolerancia a químicos, otras intolerancias e impacto vital.17 18

CUESTIONARIO QEESI

(Acrónimo de Rápido Inventario de Exposición y Sensibilidad Ambiental)

El cuestionario QEESI está validado como un instrumento fiable, sensible y específico para medir la SQM, y se utiliza en la práctica como criterio de gravedad y de pronóstico evolutivo de la enfermedad. Ayuda a identificar agentes desencadenantes de los síntomas, permite cuantificar la gravedad de los mismos y sus repercuciones sobre las actividades de la vida diaria.

Este cuestionario puede emplearse en el ámbito de la asistencia primaria y de los especialistas que atienden pacientes con Síndrome de Fatiga Crónica (SFC) o Fibromialgia (FM), y probablemente su uso rutinario en casos de sospecha produciría un marcado aumento de diagnósticos de Sensibilidad Química Múltiple (SQM).

(2011-Fernández-Solá, J. y Nogué, S. - "Sensibilidad Química y Ambiental Múltiple - Sobrevivir en un entorno tóxico").

Escala 1. Exposición inhalatoria (rango 0-100)

Cada ítem se puntúa de 0 a 10 en función de la presencia de síntomas al exponerse a estos productos

1. Humos procedentes del tubo de escape de los coches

2. Humo del tabaco

3. Insecticidas

4. Vapores procedentes de una gasolinera

5. Pinturas o disolvente de pinturas

6. Lejía y otros limpiadores y desinfectantes domésticos

7. Perfumes y ambientadores

8. Alquitrán

9. Esmalte de uñas, quitaesmalte o laca para el pelo

10. Moqueta nueva, cortina de plástico nueva o el interior de un coche nuevo

Escala 2. Exposición no inhalatoria (rango 0-100)

Cada ítem se puntúa de 0 a 10 en función de la presencia de síntomas

1. ¿Cómo me siento al beber agua corriente del grifo?

2. ¿Cómo me siento al comer azúcar, pizza, comida grasa, leche, carne, cebolla, ajo, alimentos cocinados en una barbacoa, comida muy especiada o con glutamato?

3. ¿Cómo me siento si no puedo comer?

4. ¿Cómo me siento después de comer?

5. ¿Cómo me siento después de tomar café, té, coca-cola o chocolate?

6. ¿Cómo me siento si no como o bebo mi cantidad "habitual" de café, té, coca-cola o chocolate?

7. ¿Cómo me siento si bebo cerveza, vino o cava?

8. ¿Cómo me siento si mi piel contacta con textil, joyas, cremas corporales o cosméticos?

9. ¿Cómo me siento si tomo un antibiótico o un analgésico, o si me ponen una vacuna?

10. Cómo me siento si me expongo al polen de los árboles, al polvo o a la picadura de un insecto?

Escala 3. Gravedad de los síntomas (rango 0 a 100)

Cada ítem se puntúa de 0 a 10 en función de la presencia de síntomas

1. Tengo problemas con mis músculos o mis articulaciones

2. Los ojos me queman o están irritados. Me cuesta respirar, tengo tos, mucha mucosidad o infecciones respiratorias.

3. El ritmo de mi corazón es irregular, tengo palpitaciones o malestar en el tórax

4. Tengo dolor de estómago, calambres en los intestinos, se me hincha la barriga, se me hincha la barriga, tengo náuseas, diarrea o estreñimiento

5. Tengo problemas para pensar, me cuesta concentrarme, no recuerdo las cosas, me desoriento, me cuesta tomar decisiones

6. Me siento nervioso, irritable, deprimido, tengo ataques de ira, he perdido la motivación por cosas que antes me interesaban

7. Tengo problemas de equilibrio y coordinación, las piernas se me duermen, me cuesta fijar la mirada

8. Tengo dolor de cabeza

9. Me salen erupciones en la piel, urticaria o tengo la piel muy seca

10. Tengo dolor en el bajo vientre, tengo que orinar muy frecuentemente, me urge orinar, Si es usted mujer, ¿tiene trastornos en relación a la regla?

Escala 4. Identificación de la exposición (rango de 0-10)

Cada ítem se puntúa como 0 (no hay exposición) ó 1 (Hay exposición)

1. Fumo, por lo menos una vez por semana

2. Bebo cerveza, vino, cava Whisky, ron, ginebra u otras bebidas alcohólicas, al menos una vez por semana

3. Tomo café, cortado, café con leche, té o coca-cola, al menos una vez por semana

4. Me pongo perfume, laca para el pelo, colonia, desodorante o after­shave, al menos una vez por semana

5. En mi casa o en mi lugar de trabajo, se ha realizado una fumigación con insecticidas en los últimos 12 meses.

6. En mi trabajo o en otras actividades, estoy expuesto a productos químicos, humos, gases o vapores.

7. En mi casa hay personas que fuman

8. Mi cocina funciona con gas natural, o gas butano o gas propano

9. Utilizo suavizante para la ropa de vestir o de la cama

10. Tomo, al menos una vez por semana, alguna pastilla de cortisona, antiinflamatorio, analgésico con receta, antidepresivo, ansiolítico, hipnótico o alguna droga
A VIVIR MEJOR
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AGENTES CAUSALES

Si bien podemos encontrar en la bibliografía numerosos ejemplos de sustancias químicas de similar estructura que producen los mismos efectos tóxicos sobre los sistemas biológicos, el problema se plantea a la hora de establecer como la exposición a agentes químicos, sin ninguna relación estructural entre si, puede inducir síntomas comunes en la población como ocurre con los pacientes del MCS

Conviene señalar que una vez que el síndrome se ha iniciado, suele presentarse un fenómeno de propagación o "spreading", mediante el cual la sensibilidad química se magnifica, generándose ante bajas concentraciones de otros agentes estructuralmente no relacionados (figura 2), similares respuestas clínicas.

Figura 2, Principales agentes asociados al Síndrome de Sensibilidad Múltiple

DesodorantesHumo de tabaco

Escapes y/o gasóleo

Escapes de y/o gasolina

Humos de garaje

Champúes

Geles

Jabón

Detergentes

Barnices

Colonias, perfumes

Esmaltes

Maquillaje

Productos de limpieza

Lacas

Aerosoles

Lociones de afeitado

Biocidas

Polvo del asfalto

Pesticidas

SINTOMATOLOGÍA

Si bien, y tal y como hemos venido comentado, no existe un patrón definido de síntomas que caractericen el cuadro, inicialmente se identificó un perfil más o menos repetido en pacientes del sexo femenino dedicadas a labores de casa o empleadas en sectores de servicios (oficinas, educación, sanidad, etc.) y con unas edades comprendidas entre los 30 y los 40 años.

En la actualidad, el cuadro se ha extendido a todos los sectores laborales sin distinción de sexo o edad.

Los pacientes con SSM a menudo pueden no manifestar ningún cuadro hasta que no se produce una única y masiva exposición al agente causal, la cual es seguida por una exacerbación de los síntomas en respuesta a la exposición a concentraciones hasta entonces toleradas, los cuales, a veces, pueden ser tan severos que afecten incluso el ritmo normal de su vida social y laboral. Habitualmente se identifica el agente causal en el ambiente de trabajo y suele tratarse de productos artificiales o agentes contaminantes ambientales, si bien los cuadros más dramáticos se han observado por exposición a plaguicidas.

El abanico de síntomas es muy amplio, ya que no existe un único sistema orgánico afectado. De esta manera, el paciente típico de SSM llega a la consulta con un cuadro de astenia más o menos pronunciada acompañado en la mayoría de las veces de diferentes alteraciones (figura 3)

Figura 3. Resumen de las características clínicas y etiopatogénicas del Síndrome de Sensibilidad Múltiple a agentes químicos

Síntomas múltiples

• dolor de cabeza

• asma, dolores de cabeza, erupciones cutáneas

• fatiga crónica, debilidad

• pérdida de memoria, dificultad de concentración

• dolor muscular y articular

• entumecimiento hormigueo, sacudidas

• irritación ocular, nasal y de garganta

• genito-urinarios y ginecológicos

Múltiples órganos/sistemas afectados

• sistema nervioso central (SNC)

• ojos, oído, nariz, garganta

• gastrointestinal

• musculoesquelético

• sistema nervioso periférico (SNP)

• respiratorio

• cutáneo

Múltiples síntomas sensoriales

• hipersensibilidad a los olores

• fotosensibilidad, visión borrosa

• intolerancia a los ruidos intensos

• molestias por sabores anómalos

• hipersensibilidad al tacto y temperaturas extremas

• pérdida del sentido de equilibrio, coordinación

Múltiples agentes desencadenantes

• humo de tabaco

• plaguicidas, insecticidas

• productos de limpieza

• perfumes y cosméticos

• disolventes, lacas y pinturas

• sprays, limpiadores


Evaluación de la enfermedad a través de este cuestionario


Cuestionario QEESI (Quick Environmental Exposure and Sensitivity Inventory)

Escala 1. Exposición inhalatoria (rango 0-100) Cada ítem se puntúa de 0 a 10 en función de la presencia de síntomas al exponerse a estos productos

1. Humos procedentes del tubo de escape de los coches

2. Humo del tabaco

3. Insecticidas

4. Vapores procedentes de una gasolinera

5. Pinturas o disolvente de pinturas

6. Lejía y otros limpiadores y desinfectantes domésticos

7. Perfumes y ambientadores

8. Alquitrán

9. Esmalte de uñas, quitaesmalte o laca para el pelo

10. Moqueta nueva, cortina de plástico nueva o el interior de un coche nuevo

Escala 2. Exposición no inhalatoria (rango 0-100) Cada ítem se puntúa de 0 a 10 en función de la presencia de síntomas

1. ¿Cómo me siento al beber agua corriente del grifo?

2. ¿Cómo me siento al comer azúcar, pizza, comida grasa, leche, carne, cebolla, ajo, alimentos cocinados en una barbacoa, comida muy especiada o con glutamato?

3. ¿Cómo me siento si no puedo comer?

4. ¿Cómo me siento después de comer?

5. ¿Cómo me siento después de tomar café, té, coca-cola o chocolate?

6. ¿Cómo me siento si no como o bebo mi cantidad "habitual" de café, té, coca-cola o chocolate?

7. ¿Cómo me siento si bebo cerveza, vino o cava?

8. ¿Cómo me siento si mi piel contacta con textil, joyas, cremas corporales o cosméticos?

9. ¿Cómo me siento si tomo un antibiótico o un analgésico, o si me ponen una vacuna?

10. Cómo me siento si me expongo al polen de los árboles, al polvo o a la picadura de un insecto?

Escala 3. Gravedad de los síntomas (rango 0 a 100) Cada ítem se puntúa de 0 a 10 en función de la presencia de síntomas

1. Tengo problemas con mis músculos o mis articulaciones

2. Los ojos me queman o están irritados. Me cuesta respirar, tengo tos, mucha mucosidad o infecciones respiratorias.

3. El ritmo de mi corazón es irregular, tengo palpitaciones o malestar en el tórax

4. Tengo dolor de estómago, calambres en los intestinos, se me hincha la barriga, se me hincha la barriga, tengo náuseas, diarrea o estreñimiento

5. Tengo problemas para pensar, me cuesta concentrarme, no recuerdo las cosas, me desoriento, me cuesta tomar decisiones

6. Me siento nervioso, irritable, deprimido, tengo ataques de ira, he perdido la motivación por cosas que antes me interesaban

7. Tengo problemas de equilibrio y coordinación, las piernas se me duermen, me cuesta fijar la mirada

8. Tengo dolor de cabeza

9. Me salen erupciones en la piel, urticaria o tengo la piel muy seca

10. Tengo dolor en el bajo vientre, tengo que orinar muy frecuentemente, me urge orinar, Si es usted mujer, ¿tiene trastornos en relación a la regla?

Escala 4. Identificación de la exposición (rango de 0-10) Cada ítem se puntúa como 0 (no hay exposición) ó 1 (Hay exposición)

1. Fumo, por lo menos una vez por semana

2. Bebo cerveza, vino, cava Whisky, ron, ginebra u otras bebidas alcohólicas, al menos una vez por semana

3. Tomo café, cortado, café con leche, té o coca-cola, al menos una vez por semana

4. Me pongo perfume, laca para el pelo, colonia, desodorante o after­shave, al menos una vez por semana

5. En mi casa o en mi lugar de trabajo, se ha realizado una fumigación con insecticidas en los últimos 12 meses.

6. En mi trabajo o en otras actividades, estoy expuesto a productos químicos, humos, gases o vapores.

7. En mi casa hay personas que fuman

8. Mi cocina funciona con gas natural, o gas butano o gas propano

9. Utilizo suavizante para la ropa de vestir o de la cama

10. Tomo, al menos una vez por semana, alguna pastilla de cortisona, antiinflamatorio, analgésico con receta, antidepresivo, ansiolítico, hipnótico o alguna droga

Escala 5. Impacto de la hipersensibilidad sobre las actividades de la vida diaria (rango 0 a 100) Cada ítem se puntúa de 0 a 10 en función de los cambios realizados

1. Ha hecho modificar lo que come habitualmente

2. Ha reducido mi capacidad para ir al trabajo o a la escuela

3. Me ha obligado a cambiar algunos muebles de mi casa

4. Me ha obligado a hacer cambios en la ropa que elijo para vestirme

5. Ha modificado mi capacidad para viajar a otras ciudades o conducir el coche

6. Me ha hecho cambiar la elección de mis productos de aseo personal

7. Ha reducido mi capacidad para encontrarme con otras personas en restaurantes, iglesias u otros lugares de reunión

8. Ha modificado mis hobbys

9. Ha modificado mi relación con mi pareja o mi familia

10. Ha reducido mi capacidad para limpiar la casa, planchar u otras actividades rutinarias Miller, C. 1995; Prihoda T. 1999

El cuestionario QEESI está validado como un instrumento fiable, sensible y específico para medir la SQM, y se utiliza en la práctica como criterio de gravedad y de pronóstico evolutivo de la enfermedad. Ayuda a identificar agentes desencadenantes de los síntomas, permite cuantificar la gravedad de los mismos y sus repercuciones sobre las actividades de la vida diaria.

Este cuestionario puede emplearse en el ámbito de la asistencia primaria y de los especialistas que atienden pacientes con Síndrome de Fatiga Crónica (SFC) o Fibromialgia (FM), y probablemente su uso rutinario en casos de sospecha produciría un marcado aumento de diagnósticos de Sensibilidad Química Múltiple (SQM). (2011-Fernández-Solá, J. y Nogué, S. - "Sensibilidad Química y Ambiental Múltiple - Sobrevivir en un entorno tóxico").



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