domingo, 29 de abril de 2018

Disruptores endocrinos: su importancia en la población pediátrica

Disruptores endocrinos: su importancia en la población pediátrica

La controversia inicial se centró principalmente en los compuestos químicamente similares a los estrógenos y en todos aquellos con actividad antiandrógenos o antitiroidea, debido a que se sospechaba que dañaban el ADN; recientemente se han estudiado otros compuestos y condiciones de vida que no lesionan el genoma pero sí interactúan con enzimas y sus metabolitos.
Entre los efectos potenciales de estas sustancias cabe mencionar los siguientes: anomalías intrauterinas por daños del tejido fetal en formación; cambios del fenotipo genital al nacer y diversas manifestaciones clínicas durante la adolescencia; además, no pueden perderse de vista los efectos sobre las generaciones futuras.
Los disruptores endocrinos son compuestos que pueden modular tanto la expresión endocrina e inmune del afectado como la homeostasis, la reproducción, el desarrollo y el comportamiento y tienen efectos sobre los tejidos reproductivos masculino y femenino, la fertilidad, la función tiroidea y el sistema nervioso central.

ALGUNOS ANTECEDENTES HISTÓRICOS

EN 1936, Dodds y Lawson publicaron en Nature la primera demostración en ratas de cómo los compuestos químicos relacionados con el anillo ciclopentano-perhidro-fenantrénico tienen características de hormonas sexuales con una acción estrogénica poderosa, por lo que hacen incrementar el peso uterino y transforman el epitelio vaginal de estos animales.1 De tal manera abrieron la era de los estrógenos sintéticos exógenos; Dodds fue galardonado con el premio Nobel de medicina y generó las primeras investigaciones con la molécula dietiletilbestrol (DES).
El DES se introdujo para uso en seres humanos en 1950; su posterior retiro en 1970 tras relacionarlo
con defectos mullerianos en las hijas de pacientes tratadas con esa droga durante el embarazo,
evidenció la existencia de los disruptores endocrinos. Una década más tarde, en los hijos varones de madres que habían recibido DES se reportó un número mayor de casos de criptorquidia, hipospadias, anomalías testiculares y estenosis del meato uretral, entre otras anomalías.
En este grupo específico se encontró como denominador común la relación de esta molécula con el efecto estrogénico que inducía.

A partir de la descripción del efecto estrogénico del DES se ha ido haciendo mayor claridad acerca
de la presencia de los disruptores endocrinos en la vida diaria de los seres humanos y hoy se conoce
un número considerable de compuestos con dicha acción. En 1976 se produjo un accidente industrial
en Seveso (Italia),7 que liberó a la atmósfera una cantidad importante de 2,3,7,8-TCDD, conocido como dioxina, lo que llevó a la evacuación de unas 700 personas, ocasionó la muerte de un gran número de animales y dio origen en seres humanos a anomalías cutáneas y genéticas así como a varios tipos de cáncer.

DEFINICIÓN

Disruptor endocrino es toda sustancia química exógena con actividad hormonal, con capacidad de alterar la homeostasis endocrina por similitud, por afinidad hormonal, por antagonismo, por interferencia fisiológica o por modificación de receptores específicos,6 que ocasione efectos adversos
a la salud del organismo intacto o a su progenie; 8-10 su acción se ejerce sobre el feto in útero
(impacto fetal propio) y sobre la descendencia de caso afectado.

La actividad de los disruptores endocrinos se puede caracterizar en endocrinología pediátrica de

cuatro maneras fundamentales:

1. Anomalía temprana en la diferenciación de las células germinales fetales con expresión
neonatal y postpuberal.
2. Exposición durante períodos críticos del desarrollo como la peripubertad.
3. Efecto potencial sobre el desarrollo y la expresión del tejido reproductor en ambos sexos.
4. Potencial carcinogénico.
Desde el punto de vista pediátrico son muy importantes los tres primeros eventos, debido a que los
niños están expuestos con frecuencia a agentes farmacéuticos, a promotores del crecimiento, a
pesticidas, a cosméticos, a nuevos productos químicos industriales, a compuestos genéticamente
modificados (semillas), a aditivos en los alimentos y a contaminantes de los alimentos y del agua. 

Si bien hay dificultades para precisar en los niños las variables que intervienen en la acción de estas
sustancias (dosis, tiempo de exposición y susceptibilidad individual o genética), sí se reconoce la
importancia de su contacto con compuestos xenobióticos, con fitoestrógenos y con micoestrógenos o sus productos de degradación durante los períodos críticos del desarrollo, como la vida intrauterina, la etapa fértil de los padres y, en particular, en la peripubertad, época durante la cual está demostrada una alta labilidad a la toxicidad por organoclorados. 

Situaciones recientes como el menor número de nacimientos de varones (particularmente en Europa),
la baja calidad del semen, las mutaciones somáticas del gen regulador sexual del cromosoma Y (SRY, por su sigla en inglés), los determinantes genéticos sexuales que impactan al cromosoma Y, la insuficiente producción de andrógenos que resulta en la feminización del feto masculino (criptorquidia e hipospadias), y en general las anomalías producidas por un desequilibrio hormonal, 14,15 se han convertido en materia de investigación.
Particular énfasis se hace en los elevados niveles de agentes medioambientales con efecto estrogénico como responsables de la alteración de los ejes hipófiso-gonadales; de compuestos con clara acción antiandrogénica, de sustancias con capacidad antitiroidea y de daños directos al ADN.13-15, 17-19 Los xenobióticos (sustancias químicas artificiales o naturales ajenas al cuerpo, por ejemplo: medicamentos, productos industriales, pesticidas, contaminantes, alcaloides, metabolitos secundarios de alguna plantas y toxinas derivadas de hongos, plantas o animales) afectan la integridad del ADN en el que se acumulan daños sucesivos y se generan errores durante la replicación
(mutaciones irreversibles).20 Estas alteraciones se pueden deber tanto a las sustancias mismas como a los subproductos resultantes de su biotransformación.
Los disruptores endocrinos son capaces de influenciar las acciones hormonales por dos mecanismos fundamentales: el primero de ellos es afectar el papel de los esteroides endógenos por interacción directa con los receptores de estrógenos y de andrógenos ubicados en la membrana o en el núcleo, bien sea de manera agonista o antagonista; el segundo es modificar los niveles de hormonas sexuales o de sus receptores como consecuencia de acciones sobre sus vías metabólicas. Estos compuestos pueden causar anomalías del desarrollo y de la reproducción por alguno de los siguientes mecanismos:

1. Por mutaciones que dan lugar a enzimas disfuncionales.

2. Por biotransformación o generación de nuevos compuestos xenobióticos que interactúan con los procesos enzimáticos; por ejemplo: con la familia citocromo P450, con la 5-alfa-reductasa, con las sulfotransferasas y con las sulfatasas, entre otras, generando cambios en ellas.

3. Por la generación de intermediarios o nuevas moléculas (por ejemplo, las acetiladas o glucuronizadas), capaces por sí solas de ejercer actividad genotóxica o antagónica enzimática (acciones mimetizantes androgénica y estrogénica).

4. Por la generación de microambientes que inducen variaciones en la susceptibilidad a ciertos agentes tóxicos o a carcinógenos medioambientales.

5. Una vez producida la exposición directa al carcinógeno ambiental o a su metabolito (por ejemplo, a hidrocarburos aromáticos derivados de la combustión del tabaco), se generan en las células participantes intermediarios activos capaces de ocasionar mutaciones.

SUSTANCIAS QUE INTERFIEREN CON EL SISTEMA ENDOCRINO HUMANO Y DE PROBABLE
 CONTACTO INFANTIL
COMPUESTO ACTIVIDAD
1 Bisfenol A Sintéticos - plásticos (juegos) - jeringas.
Equipos médicos y material odontológico.
2 Dioxinas Combustión
3 Clozolinato Agricultura - Pesticida
4-6 Compuesto de zinc, magnesio 
y mercurio DDT, 1,2 dibromo - 3 - cloropropano,
Agricultura - Pesticidas
7-10 Dieldrín, Endosulfán Sintéticos - plásticos (juegos) - Jeringas
Equipos médicos
11 Ftalatos Agricultura - Pesticida
12 Hexaclorohexano Agricultura - Pesticida
13 Hidroxitolueno Contacto con productos alimenticios
14 Hidroxianisol butilado Agricultura - Pesticida
15 Iprodione Derivados de la combustión
16 PCDD Derivado de la combustión
17 Pentilfenol Sintéticos - plásticos (juegos) - Jeringas
18 Triacil-fosfatos Equipos médicos
19 Triazole Agricultura - Pesticida
20 Tricresil- fosfatos Sintéticos - plásticos (juegos) - jeringas
Equipos médicos
21 Vinclozolina Agricultura - Fungicida - antagonista
 de los andrógenos
22 Metil-testosterona (Xenobiótico) Andrógeno sintético - inhibidor de la
 aromatasa y de la 5alfa-reductasa
23 Flutamida (Xenobiótico) Antiandrógeno no esteroideo
24 Clomifeno (Xenobiótico) Antiestrógeno
25 Finasteride (Xenobiótico) Inhibidor de la 5 alfa reductasa
26 Letrozole (Xenobiótico) Inhibidor selectivo y no esteroideo
de la aromatasa
27 Emate (Xenobiótico) Inhibidor de la sulfatasa
28 Ketoconazol (Xenobiótico) Antimicótico (acción p 450)

 La epidemia de obesidad 

Ha generado la propuesta e que puede haber asociación etiológica entre la exposición uterina a ciertos compuestos químicos y la obesidad postnatal;23 en ratas, la exposición prenatal a nicotina, por ejemplo, se ha comportado como disruptor endocrino con efectos colinérgico y anticolinérgico que pueden asociarse a la velocidad con que ganan peso, estableciendo así un nexo entre su obesidad y algunas toxinas.
Desde esta perspectiva, se cree que nuevos disruptores endocrinos intrauterinos actúan alterando no solo los mecanismos hormonales que controlan el peso sino también la sensibilidad a los neurotransmisores.

EVIDENCIAS
Estos son algunos de los hallazgos de la literatura que ilustran la conexión epidemiológica entre los disruptores y alteraciones endocrinas en la infancia:entre 1999 y 2000, el Sistema Nacional de Estadísticas en Salud de Brasil (DATASUS) publicó un informe sobre el probable impacto de los disruptores endocrinos en 11 estados consumidores de pesticidas, como parte de las estadísticas de
infertilidad, al reconocer en los descendientes de los individuos expuestos una mayor frecuencia de criptorquidia y cáncer testicular como aparecía informado de tiempo atrás en la literatura europea  

A este respecto se señala a los ftalatos como los principales compuestos responsables. Hay evidencia de que estos químicos, de amplio uso en la industria del plástico, los solventes y los cosméticos, pueden generar, tras ser administrados a mujeres gestantes, anomalías del desarrollo fetal como reducción de la distancia anogenital, retención de los pezones, pene hendido, hipospadias y criptorquidia; esta gama de defectos está relacionada con subvirilización de las estructuras Wolffianas sin que medie una acción verdaderamente antiandrogénica sino una reducción de la síntesis de testosterona testicular fetal. A esta condición se la denominó recientemente síndrome de disgenesia testicular.

estudio sacado de: IATREIA / VOL 18/No.4 / DICIEMBRE